Me digo a mi mismo (reyeno): qué más da que te apaleen por lo que escribas, remedio ninguno, pocos son los agraciados que lo hacen como dioses o diosas según el caso, una opción (pienso) = escribir bajo seudónimo, mote, alias, sobrenombre. Después de todo, piensa, en el que siempre termina hasta el QUEKE de borracho en las fiestas y reuniones no es Héctor M. Cedano Blanco distinguido asesor financiero y de parejas en conflicto, si no el “Chelas” connotado miembro de la generación 2000-2008 de la facultad de Economía de la gloriosa U.de G.
- Y el Héctor al siguiente día tan no paso nada, diciendo despreocupado con un aire de cinismo casi orgullo:”Me la avente buena ayer con aquella gorda ¿no? reyeno”. Tic-tac, tic toc, ah! Simón.
- Y el Héctor al siguiente día tan no paso nada, diciendo despreocupado con un aire de cinismo casi orgullo:”Me la avente buena ayer con aquella gorda ¿no? reyeno”. Tic-tac, tic toc, ah! Simón.
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