14- Dirección

Intentar influir en las decisiones de las personas para lograr metas comunes es tarea difícil. Motivarla y darles la posibilidad de que den lo mejor de sí es poco menos que imposible. Muchos de nosotros no sabemos comunicarnos con las personas no tenemos ese “feeling”, muchos solo hacemos lo que nos toca, nada más; es por ello que en lo particular trato de pedir las cosas con respecto, platicar- coincidir en puntos comunes y tomar decisiones. No soy un gran administrador pero al menos estoy consciente de ello y hago lo posible revertirlo. Una manera efectiva que he descubierto, en los pocos años que llevo de vida laboral, para crear un ambiente agradable para el trabajo es: si eres muy malo para relacionarte, hablar con claridad y motivar a las personas, por lo menos ¡no la jodas! Ejemplifico:

• Hacer quedar a los trabajadores más de su horario establecido solo para sacar el trabajo más rápido y presumir con los jefes.
• Pedir llegar a una hora puntual y llegar no menos de 15 minutos después.
• Ser jefe solo para lo bueno y mostrar indiferencia es momentos importantes.
• No reconocer a los demás su buen desempeño y adueñarse de los logros grupales.
• Minimizar logros en lo individual y en lo grupal, siempre exigiendo más de manera ilógica.
• Mantener las puertas cerradas de tu oficina, de la comunicación directa, el que no seas bueno hablando no quiere decir que debas hacerlo.
• No permitir la integración de los empleados, el cotorreo normal, sin exagerar es bastante saludable para el trabajo agradable.
• Cazar a los culpables de los errores, evidenciarlos ante los demás es muy ojete y contraproducente.
• Y demostrar tu “poder” a cada segundo, no por que seas encargado o jefe te da el derecho de restregárselo a tus subordinados todos los días.

A mi consideración si evitas estas malas maneras y actitudes nefastas tendrás ganados la motivación y respeto de tus empleados. Asi tus obstaculos en dirigir serán menos difíciles de sobrepasar.